El renunciante presidente de Bolivia, Evo Morales, llegó poco después de las 14 al Distrito Federal de México, país que le brindó asilo político y lo trasladó en una aeronave del ejército.
Morales llegó acompañado por su hermana, su hija y otros dos funcionarios renunciantes.
Rápidamente después de descender del avión de la Fuerza Aérea de México, habló a la prensa y ventiló los inconvenientes que tuvo que atravesar su gobierno en el final abrupto de este domingo.
«Son ilegales, han robado, incendiado, saqueado casas, hay secuestros, han amenazado, han hostigado a dirigentes sindicales para lograr sus renuncias», afirmó.
También dijo que un miembro del ejército de Bolivia le aseguró el sábado que le habían ofrecido 50.000 dólares para que lo entregara.
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